lunes, 21 de abril de 2014

Abandono.

Viejos rincones del tiempo
habitan corazones solitarios
gritos, risas y llantos,
lamentos y susurros tiernos
quedaron prendidos por siempre
en las viejas paredes rotas.

La urdimbre bajo las tejas
ha cedido al abandono
comida de soledad y años
se abrió de par en par al viento.

Dime tú ¿qué fue de aquellos días?
¿qué fue de los que alentaron
entre estos muros sedientos
de gritos, risas y llantos,
lamentos y susurros tiernos?

Abandono, soledad y ruina
reinan ahora por dentro,
mientras los muros resisten
firmes, fuertes y recios,
hasta que esperanzados, los corazones,
vuelvan al hogar eterno.

Nicolás Vaquero Martín 2013

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