domingo, 11 de enero de 2015

ESPERA


Contábamos las horas interminables que transcurrían insufribles antes de nuestro encuentro. Ausentes del mundo vertíamos lágrimas de mutua ausencia porque, sabiéndolo sin saberlo, conocíamos la oscuridad del otro lado. Tu oscuridad veía mi oscuridad, tus ojos mis ojos, tu ausencia, mi ausencia. Extendimos nuestras manos, a través de los arcos y se hizo la luz al tocarnos. Ahora sólo queda el silencio, la soledad, la oscuridad y tu ausencia.


nicolás vaquero martín.


No hay comentarios:

Publicar un comentario